Cuando iba en la primaria, mi madre me preparaba mi lunch (lonch) para que durante la hora de recreo comiera saludablemente y no anduviera entrándole a las cochinadas que vendían en la tiendita (esos chicharrones con salsa, sssss!!). El lunch incluía un sandwich, una fruta, un frutsi, a veces cereal y como gran final un chocolate, Tin Larín o Carlos V. Actualmente no sé cómo sea la envoltura de los Carlos V pero en mis tiempos venían envueltos en cierto tipo de papel aluminio y sobre eso la envoltura que decía CARLOS V.
Pues bien, en cierta ocasión durante 3er año era el día de las fotografías para el anuario, te tomaban una individual y la de tu grupo completo. Por supuesto todos llegábamos bien peinaditos, limpiecitos y acicalados por la mañana, las madres tenían la confianza de que sabríamos comportarnos el tiempo suficiente para llegar presentables a la hora de la foto. Pocas veces sucedía eso.
Había quienes hacían muecas o gestos a la hora de la foto de grupo, incluso había quien adoptaba poses tipo James Bond, pero no siempre lograban salir así en la foto, las maestras se daban cuenta y regañaban a los latosos. Pero a mi se me ocurrió hacer otra cosa: tomé el papel aluminio de mi chocolate Carlos V y lo puse sobre mis dientes, era la maniobra Dientes de Plata. Para la foto grupal no hubo bronca, tuve la sonrisa más brillante de todos. Pero al llegar a la foto individual mi maestra se dió cuenta de mis dientes se veían extrañamente luminosos. Me quitaron el papel de la boca y ya no pude salir brillante como quería.
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2 comentarios:
Jajajajaja, eres genial, neta :D
y la foto???
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