Durante la lección de ciencias naturales hubo una lectura sobre los músculos y el movimiento del cuerpo humano. La maestra detiene por un momento la clase y hace el siguiente comentario: "Sus músculos hacen que sus extremidades se muevan, no sería posible caminar sin ellos"
A lo que yo, muy sarcástico y soez, me levanto de mi asiento, miro hacia mis pies y digo: "A ver pies, muévanse... ¿no pueden? ah claro, con hablarles no basta, necesito de mis músculos, ¿verdad?"
El enojo de la maestra y unas cuantas risas tímidas de los compañeros fue suficiente para que me sacaran del salón. Hasta el día de hoy no entiendo cuál es el punto de dejar a un pobre e inocente alumno fuera del aula, a mitad del pasillo; si me hubieran dejado sacar mi lunch hubiera sido fenomenal.
Después de un rato de estar ahí afuera y donde casi me quedo dormido, finalmente se abre la puerta y sale una compañera a decirme: "dice la maestra que ya puedes pasar". Me levanto, entró al salón y resulta que el resto de la clase ya estaba haciendo un examen de matemáticas, 5 operaciones con fracciones. "Saca una hoja y a ver si terminas a tiempo" fue lo que me dijo.
Desgraciada
Apenas me dio tiempo de resolver 3 pero con eso tuve mi 6 de calificación. Después de ese día no volví a ver a esa mujer. Y todo por pedirle a mis pies que se movieran.
1 comentario:
jajajajajajaja no mams q cagado estás jajaja
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