jueves, septiembre 04, 2008

91 - Cuernavaca

Acabando la preparatoria, me fuí a estudiar Ingeniería Civil a la Universidad .............. en la Ciudad de México; y mi entonces novia, se fue a Cuernavaca a estudiar algo así como Genética o Ciencias Biológicas o... algo así. Después de que durante la prepa nos veíamos todo el tiempo, salíamos y demás, el cambio fue bastante radical. Ella iba a Toluca la mayoría de los fines de semana y ya entonces podíamos vernos aunque fuera un sábado por la tarde; pero eso no era suficiente para mí (así era yo).

Cierto día (un viernes), después de uno de esos sueños inspiradores, desperté con la firme intención de viajar a Cuernavaca y buscar a mi chica, costara lo que costara. Así que saqué dinero de mi escondite secreto (que todos en mi casa saben dónde es), dejé algunas cosas innecesarias para el viaje que traía en la mochila y metí un libro para poder leer en el camino. Hay que recordar que en ese entonces no gozaba de los beneficios de tener un carro a mi disposición.

El plan era el siguiente, tenía 3 clases ese día: 7am Cálculo I (con Filemón), 9am Física I (con Soto) y 11am Laboratorio de Física I (con Nacho). Entraría a las dos primeras clases y me volaría Laboratorio, si salía a las 11 desde Santa fé podría llegar a Cuernavaca antes de las 3pm (escenario estándar).

A las 11am les dije a algunos de mis compañeros que no entraría a laboratorio pero no dije a dónde iba. Salí por la Puerta 9 de la Universidad, crucé Av. Vasco de Quiroga y esperé en la parada al pesero cuya ruta llegaba hasta Observatorio, donde se encuentra la estación de autobuses de poniente y la estación de metro de la línea 1. El tramo para bajar por Camino Real a Toluca fue largo y tardado pero después de unos 30min llegué a Observatorio.

Ingresé a las instalaciones del metro, compré mi tira de boletos ($2.00 c/u y todavía hay quien se queja) y abordé la limosina naranja. De Observatorio fui a Tacubaya, trasbordé a la línea 9 con dirección a Pantitlán; llegando a Chabacano volví a trasbordar, ahora a la línea 2 con dirección a Tasqueña. En menos de 20min ya estaba llegando a la central de autobuses del sur (Taxqueña) para buscar el autobús que me llevara a Cuernavaca.

Así como existe la línea de autobuses TMT Caminante que cubre las rutas al poniente de la Ciudad de México, la línea de autobuses recomendada para los viajes hacia el sur del DF se llama Pullman de Morelos. Entré a la central de Taxqueña y compré boleto para la siguiente corrida que fuera a Cuernavaca (a la parada de Casino de la Selva). Una vez sentado en mi lugar opté por fingir que leía un libro cuando en realidad me distraía con la vista que se observaba fuera del cristal de autobús.

Llegamos a Cuernavaca después de la hora de camino (son 85km de centro a centro). Hacía calor, se sentía diferente en aire, no tan contaminado. Pregunté por el transporte público en dicha ciudad, cuál me dejaba cerca de la universidad donde mi novia estudiaba. Necesitaba tomar el camión de la ruta 3 (o 6 o 9, no recuerdo exactamente) el cual subía hasta el edificio de Nanociencia o Nanotecnología (de verdad no recuerdo bien esos detalles, creo que me faltan almendras). Y literalmente subía, la universidad estaba en las lomas y todavía tuve que caminar un tramo ya que se me pasó la bajada.

Después de casi 3 horas de viaje, mucho dinero en transporte, un hambre del demonio, mucho sudor y cansancio, finalmente había llegado a mi destino. Esperé afuera del salón donde ella se encontraba a que diera la hora de la salida, aproveché para refrescarme un poco y evitar oler a macho. Y bien valió la pena tanto desmadre, en parte por la cara que puso cuando me vió parado en el pasillo esperándola, pero también por el hecho de probarme a mí mismo cuáles son mis límites, saber hasta dónde soy capaz de hacer algo.

Una vez concluído el rito de la bienvenida (que no describiré aquí por ser un blog con clasificación AA), estuvimos toda la tarde juntos, comimos, conocí la casa donde se estaba quedando, caminamos un rato, etc etc. Cuando ya era más tarde era momento de regresar a Toluca. Originalmente ella no se iba a regresar pero ya aprovechando que tendría compañía en el viaje, decidió lo contrario.

El camión de Cuernavaca a Toluca salía cada media hora, por cuestión de minutos (y un error de localización) perdimos el autobús que salía como a las 5pm, así que esperamos 30min a la siguiente corrida. Para llegar de Cuernavaca a Toluca hay 3 caminos diferentes: 1) por la Ciudad de México, 2) por las Lagunas de Zempoala, 3) darle la vuelta por Taxco y luego hacia Ixtapan de la Sal; el camino más corto es por las lagunas. Es una carretera tipo C que cruza la sierra a través de muchas, muchas curvas. No recomendable para personas que se marean fácilmente.

Llegamos a Toluca cuando ya había oscurecido. La acompañé a su casa y después jalé hacia la mía, ya era bastante tarde. En mi casa dije que había salido con los cuates de Civil por unas chelas, que me disculparan la hora de llegar. Por supuesto quién imaginaría a un estudiante que recorra más de 200km de carreteras cruzando tres entidades federativas en transporte público y regrese a casa como si nada hubiera pasado.

Tiempo después volvería a repetir la misma travesía, sin embargo en esa ocasión el final no sería feliz como la primera vez. Cuando lo veo en retrospectiva me estremezco de lo bien que me fue y que llegara completo a mi casa habiendo tantas cosas que pudieron salir mal.

A veces me sorprendo de qué tan lejos soy capaz de llegar.

2 comentarios:

Makisue dijo...

Qué linda historia!!!! Y afortunada la que te lleve como premio mayor ;)

Ivonne dijo...

q conmovedor...